Según la Science Advice for Policy by European Academies (SAPEA), la transición energética que se está planteando para combatir el cambio climático y la crisis energética actual requiere de una infraestructura nueva, con redistribuciones geográficas radicalmente diferentes de sus elementos: esto llevará décadas y afectará a más partes interesadas que el sistema actual.
Habrá que construir una nueva infraestructura energética, alternativa o complementaria a la que ha tardado más de un siglo en levantarse. Y eso no va a resultar sencillo. Muchas empresas del sector eléctrico y energético de nuestro país están ya inmersas en ese desafío.
El periodista Eugenio Mallol Sanchís repasa en esta columna de opinión publicada en Forbes algunas tendencias del sector para paliar la crisis energética.
Destaca el primer proyecto de electrolizador para generar hidrógeno con tecnología 100% nacional y habla de los sistemas y soluciones que está implantando ZGR para lograr que estas propuestas innovadoras se conviertan en una realidad.
¿Cómo será la nueva red que permita escalar las tecnologías del hidrógeno, las baterías de los vehículos eléctricos o las fuentes renovables?
«Ese es uno de los terrenos más apasionantes de la innovación que viene. El riesgo es correr demasiado en algunas fases de la cadena de valor y dejar otras partes detrás. La Ley del Cambio Climático y Transición, por ejemplo, plantea la obligación de tener al menos un punto de carga rápida de 50 kW en las estaciones de servicio con más de cinco millones de litros de venta en gasóleo o gasolina, que son aproximadamente una de cada diez en nuestro país.
La tendencia natural de los propietarios de esas estaciones podría ser (está siendo, de hecho, según fuentes del sector) establecer puntos de carga de 50 kW para cumplir con la ley y no complicarse la cuenta de resultados. Pese a que pronto habrá tecnología disponible para cargar a 300 kW (es la diferencia entre esperar un café o una comida entera), e incluso sistemas, como el que desarrolla ZGR, que permitirán aumentar la potencia de forma paulatina, desde los 50 a los 300 kW, añadiendo módulos», apunta el periodista en su columna.
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