La apuesta de ZGR por el mercado de América Latina pasa por consolidar la presencia en México y Colombia e incluye la expansión en otros mercados de la región y la generación de nuevos modelos de negocio en áreas como almacenamiento o redes

El sector eléctrico latinoamericano se encuentra en un proceso de transición que puede generar grandes cambios en las políticas energéticas. En esa transición la energía fotovoltaica, que alcanzó los 13 GW de potencia instalada en 2020 en la región, va a jugar un papel destacado. Para ello, y para impulsar la  inversión privada, es necesaria la estabilidad a largo plazo de políticas, legislación y normativa. En un marco de inversión estable, ZGR apuesta por consolidar su presencia en este mercado.

A continuación, Íñigo Segura, CEO de ZGR, explica su punto de vista sobre el panorama de las energías renovables en América Latina y sobre la participación de ZGR en el mercado fotovoltaico de la región.

¿Cuándo desembarcó ZGR en los mercados latinoamericanos y por qué dio el paso?

La expansión internacional de ZGR en el mercado de América Latina comenzó en 2004 en México y continuó en 2007 con la apertura de la filial en Chile. En 2009 se constituyeron  filiales en Argentina y Colombia.

La apertura de ZGR México fue el resultado de una apuesta por un país que ofrecía grandes oportunidades de crecimiento, fundamentalmente en el área industrial y de infraestructura eléctrica. La expansión en Colombia, Argentina y Chile se debió, en gran medida, a la búsqueda de oportunidades de crecimiento en el ámbito renovable, tras la crisis de ese sector en España en 2008.

Hoy en día, nuestra actividad principal se centra en México y Colombia. La oficina de Colombia gestiona Centroamérica y América del Sur, junto a partners en Perú y Paraguay.

¿En qué momento está América Latina en cuanto a su transición energética?

Al igual que ocurre en España y en otras muchas partes de Europa, el sector eléctrico se encuentra en un proceso de transición en los principales países de América Latina. El proceso puede generar cambios muy profundos en las políticas energéticas. En esa transición, la energía fotovoltaica juega un papel destacado.

La región alcanzó los 13 GW de potencia solar instalada en 2020, lo que representa tan sólo el 2,2% mundial. Esto supone un cierto retraso renovable, pero a la vez una oportunidad para empresas innovadoras como la nuestra. España, por su parte, ha llegado a los 11,7 GW.

Por países, Chile lleva muchos años de políticas estables y un gran desarrollo, al disponer de grandes superficies con muy buena radiación solar. Honduras, Panamá, Ecuador y República Dominicana son mercados no muy grandes, pero con alto crecimiento y estabilidad, que llevan consolidándose desde hace algunos años.

Colombia, por su parte, está empezando tímidamente en materia de energías fotovoltaicas. Existe un desarrollo normativo incipiente no consolidado y se han celebrado subastas con muchos proyectos, pero con graves riesgos de construcción. Finalmente, México ha presentado una iniciativa de reforma a diversos artículos constitucionales relacionados con las industrias eléctrica y de hidrocarburos. La iniciativa propone un monopolio estatal en todas las actividades de la industria eléctrica, con una participación privada limitada y subordinada a decisiones públicas.

¿Se ha convertido la región en el nuevo Dorado de las energías renovables para las empresas españolas?

Para las empresas españolas América Latina, y especialmente Chile y México, ha sido durante muchos años una región de oportunidades renovables durante muchos años, tras la crisis de 2008 en España. Desde 2020 la pandemia ha retrasado muchos proyectos.

El mercado se empieza a recuperar en países como Chile, Panamá, Guatemala y República Dominicana. Pero en México, uno de los mercados más importantes en los años anteriores a la pandemia, se plantean dudas sobre el desarrollo de los negocios energéticos. Como consecuencia, la región seguirá siendo un mercado de oportunidades. Pero se eleva el riesgo ante la inestabilidad de las políticas energéticas y las tendencias “nacionalizadoras” de las mismas en México y Perú y su posible contagio a otros países.

América Latina seguirá siendo un mercado de oportunidades en el sector fotovoltaico, pero se eleva el nivel de riesgo ante la inestabilidad política y los cambios en las políticas energéticas que se anuncian.

Ese riesgo elimina la inversión privada, en un contexto de escasez de financiación pública, lo que complica alcanzar los grandes retos de transición energética planteados y corregir las deficiencias de las infraestructuras existentes. Estados Unidos, por el contrario,  puede ser una alternativa para la inversión con la nueva presidencia estadounidense. Chile también parece una apuesta segura por ahora.

¿Qué podemos esperar en el futuro? ¿Existe una perspectiva de crecimiento sostenido a medio plazo del mercado de energías renovables en América Latina?

Los riesgos potenciales señalados antes hacen incierto el panorama, pero quiero ser optimista y pensar más en las oportunidades que siempre aparecen.

La apuesta de ZGR en este mercado de América Latina para los próximos años se orienta en tres ejes. El primero es la consolidación en los mercados de la región en los que ya operamos (Colombia y México). Los otros son la captura de nuevos mercados en la región y la generación de nuevos modelos de negocio (almacenamiento, redes, etc.)

La apuesta de ZGR por el mercado fotovoltaico de América Latina parte de México y Colombia e incluye la expansión en otros mercados de la región y la generación de nuevos modelos de negocio, en áreas como almacenamiento o redes.

¿Cómo superar los obstáculos y los retos que pueden condicionar el desarrollo de este sector en los próximos años en América Latina?

Para afrontar los obstáculos y retos del sector son vitales las iniciativas y medidas que apalanquen  la capacidad de financiación pública. Además, es preciso:

  • abrir el sector a la iniciativa privada y a su financiación.
  • profundizar en la normativa habilitadora (continuando con la reforma Energética de 2013 en México, en lugar de revocándola).
  • dar estabilidad a largo plazo a las políticas, la legislación y la normativa.

¿Cuáles son los principales proyectos que Zigor ha llevado a cabo en la región en el segmento de las renovables?

Entre nuestros múltiples proyectos en la región de energías renovables, quisiera poner el énfasis en algunos.

En México hay que destacar el desarrollo de proyectos de plantas solares de hasta 240 MW y el suministro de 60 MW de inversores solares para una planta fotovoltaica en el Estado de Chihuahua, en funcionamiento desde 2018. Además, firmamos en 2019 el contrato de suministro de 90 MW de inversores solares para una planta fotovoltaica en el Norte de México, que se esperan entregar a lo largo de 2022.

En Ecuador tenemos un proyecto de 4 MW de inversores solares para una planta fotovoltaica. Finalmente, en Chile suministramos micro-redes fotovoltaicas para la alimentación y suministro energético de torres de comunicaciones de la compañía de telefonía Claro.

A nivel global, ZGR alcanzará en 2022 la cifra de 1 GW de potencia instalada en plantas fotovoltaicas. Este hito la ubica en un lugar destacado del sector. Nuestras soluciones han evitado la emisión a la atmósfera de más de 800.000 toneladas de CO2 al año. De ellas 100.000 corresponden a México. Estimamos que nuestra línea de energía, que en 2020 creció por encima del 300%  gracias a las innovaciones en su gama de producto lanzadas a lo largo del año, habrá alcanzado los 12 millones de euros de facturación en 2023.

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