Es complicado encontrar soluciones sencillas y rápidas para reducir el precio de la electricidad en España. Combinar el aumento de la generación mediante energías renovables con el desarrollo de soluciones de almacenamiento puede abrir caminos a explorar.
A nadie se le escapa el protagonismo adquirido por el precio de la electricidad y por los elevados recibos de los usuarios. Los distintos récords alcanzados en el precio de la energía o la confirmación de que 2021 será el año más caro de la historia han multiplicado el interés por entender los motivos y por buscar soluciones. Esta tarea no es fácil, pero vamos a intentar aportar algo de luz sobre el tema.
Causas del crecimiento de los precios
¿Cuáles son las causas de la subida del precio del mercado mayorista eléctrico en España? La primera es el elevado precio del gas en los mercados internacionales, más del triple que hace un año. Esto se debe a los recortes de producción en Rusia y al frío invierno en Europa y Asia, lo que ha reducido las reservas. La gran demanda de China y el freno en las inversiones en proyectos de gas, por temas ambientales, también influyen. Los mercados de futuros parecen indicar que el precio del gas no bajará hasta 2022.
Una segunda causa es el recorte por parte de la Comisión Europea del número de derechos de emisión de CO2, que han duplicado en un año su precio. Un informe del Banco de España sobre los precios minoristas indica que el encarecimiento de la electricidad se debe en un 50% al precio del gas, en un 20% a los derechos de emisión y el resto al aumento de la demanda causado por la ola de calor y la baja producción eólica, típica del verano. Finalmente, hay que considerar los peajes y la fiscalidad que se aplican en España al sector y que suman en la factura del usuario.
Una causa indirecta del problema es la limitada conexión de las redes españolas con las de los países vecinos por aspectos geográficos. Algo similar ocurre en Italia y Reino Unido, también con precios eléctricos elevados. Francia tiene una fuerte dependencia de la energía nuclear. Y Alemania está conectada con los países nórdicos que tienen precios más reducidos, exportan energía y presentan tarifas menores.
El elevado precio del gas, el recorte europeo en el número de derechos de emisión y la limitad conexión exterios de las redes eléctricas españolas han creado una tormenta perfecta en el precio de la electricidad.
¿Cómo se fija el precio de la electricidad?
El sistema actual de fijación de precios lo marca la Comisión Europea. En el caso de España, el precio se establece en el mercado mayorista de la energía o pool eléctrico, formado por productores, distribuidores y comercializadores. Incluye también a los consumidores cualificados de energía eléctrica. Este pool celebra una subasta diaria para decidir el precio de la electricidad durante cada una de las horas del día siguiente. Los compradores piden la potencia que van a precisar en cada hora y los vendedores ofrecen una cantidad de energía, según lo que prevén producir, a un precio determinado.
Los primeros tipos de energía que entran en la subasta son los más baratos, la eólica y la fotovoltaica. Y lo hacen a coste cero porque su coste variable es nulo. En segundo lugar entran la nuclear y la hidroeléctrica, que aunque tienen costes variables, sí son baratas. Y, por último, entran las de ciclo combinado, que funcionan con gas, y la térmica, que es la más cara porque contamina.
Este sistema de fijación de precios es marginalista. Así la última tecnología, la más cara, es la que marca el precio de toda la electricidad que se consume. En definitiva, el precio lo marcan la oferta y la demanda. Si hay mucha demanda y tienen que entrar todas las tecnologías, el precio sube. Esto suele suceder cuando hace mucho frío o calor.
En principio, las subidas de los precios afectan a los consumidores con tarifas reguladas. Pero, a la larga también se verán afectados los demás clientes del mercado libre. En este mercado las comercializadoras renegociarán los contratos en función de unas previsiones que apuntan a precios elevados.
La bajada temporal del IVA del 21 al 10% de determinados conceptos de la factura y la suspensión también temporal del impuesto de generación son remedios parciales puestos en marcha en España. Pero estas actuaciones han sido superadas por la subida del precio mayorista. Se contemplan otras relacionadas con medidas estructurales, pero su puesta en marcha es compleja y llevará más tiempo. Estas medidas afectan a los impuestos asociados a la factura, pero no al precio de la energía.
Energías renovables y estrategias de almacenamiento como soluciones
Abaratar el precio de los factores relacionados con la energía no es, por tanto, nada fácil. Una de las posibles estrategias es aumentar la capacidad de generación de energías renovables, especialmente la fotovoltaica. El objetivo es que estas energías tengan un peso cada vez mayor en el pool eléctrico e impulsen la reducción de los precios.
Pero la capacidad de generación por si sola no resuelve el problema, dado el desequilibrio que suele existir en las energías renovables entre la generación, que en algunas franjas horarias puede llegar a superar al consumo, y la demanda que es independiente de si hay sol o viento.
Para paliar ese problema es necesario combinar la generación de energía con el desarrollo de soluciones de almacenamiento. En este campo hay que desatacar el papel de pymes como Zigor Corporación. Esta innovadora pyme con sede en Vitoria es referente, entre otras áreas, en el mercado de soluciones de almacenamiento de energía basadas en baterías y en sistemas modulares inteligentes.
Ha desarrollado una gama de inversores solares, convertidores bidireccionales y almacenamiento modular. La empresa ofrece soluciones en materia de energía fotovoltaica para su transmisión, distribución, almacenamiento, consumo e hibridación con otras fuentes.
El abaratamiento de los costes de generación fotovoltaica y de los sistemas de almacenamiento en batería puede ser importante para reducir los costes de la energía.
Solo con innovación se podrá contribuir a reducir el precio de la electricidad, sobre todo en el caso del autoconsumo en grandes industrias y en sectores intensivos en energía.
En definitiva, se trata de un mercado de precios elevados por múltiples factores económicos y geopolíticos. La combinación de generación fotovoltaica y de sistemas de almacenamiento en baterías pueden ofrecer esperanzas en un ecosistema eléctrico que bate récords.